Pauta – Juan Pablo Ramaciotti, director de incidencia y estudios del Servicio Jesuita a Migrantes, se refiere a las necesidades de extranjeros en el contexto de pandemia.
Un brote de coronavirus en una comunidad con una mayoría de inmigrantes haitianos en Quilicura generó la preocupación del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), dados los episodios de discriminación que se han desatado estos días.
En Un Día Perfecto, de Radio PAUTA, el director de incidencia y estudios del SJM, Juan Pablo Ramaciotti, cuenta que ha habido barreras idiomáticas que han complicado la aplicación de medidas sanitarias con algunos extranjeros. «Antes de apuntar a las personas y generar juicios, hay que ver cuáles son las razones de lo que ha pasado ahí. Nosotros vamos para allá y ayudaremos a facilitar la entrega de información a esas personas», señaló.
Junto con el Colegio Médico y otras organizaciones han trabajado propuestas en esta materia. «Partimos valorando ciertas medidas del Estado, como la vigencia de la cédula de indetidad para los extranjeros o la ampliación de los trámites que se pueden hacer digital, pero también creemos que hay ciertas cosas que son fundamentales que se siga avanzado con urgencia […] Garantizar el acceso a la salud y a prestaciones de primera necesidad, sin distinguir entre quienes están en situación regular o irregular», planteó Ramaciotti.
El abogado es crítico además en la relación que ha tenido el Gobierno con la comunidad migrante. «Desde antes que comenzara la crisis, ha habido una orientación a poner a la migración como una amenaza. Se han roto los vínculos que pudieron haber tenido o no se han construido vínculos de confianza con la población migrante. Quienes están en situación irregular ven al Estado de Chile con temor, y eso hoy día impide que la población que pueda estar en situación irregular tenga la confianza necesaria para poder acudir al Estado ante una crisis sanitaria», declara.