El jefe de misión en Chile, Richard Custodio, valoró el compromiso del Gobierno.
«Cuando uno tiene tres hijos y no tienes nada para darles de comer, no te puedes quedar de brazos cruzados. Nos piden documentos, pero en Venezuela no hay nada, no hay comida, no hay luz; cuando llega la luz no hay internet. Hay niños de 14 años sin cédula de identidad y si se te pierde no sabes cuándo la volverás a tener», asegura Ana Villalobos desde Colchane, tras viajar 10 días por tierra para llegar a Chile por un paso no habilitado.
El testimonio de esta madre, que completó cinco días en la localidad fronteriza con Bolivia, ubicada a 3.650 metros de altitud, es el de más de tres mil venezolanos que han llegado las últimas dos semanas al país por esta zona tras el recrudecimiento de la crisis migratoria que afecta a la frontera norte del país.
Ante este escenario, la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM), que es parte de la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela, ha destinado US$ 9,4 millones en ayuda humanitaria para los migrantes irregulares que ingresan al país.
El jefe de misión de la OIM en el país, Richard Custodio, se refirió a la situación en el norte del país y sostiene que «en las próximas semanas es posible que llegue un número mayor de migrantes en la zona» por los anuncios del aumento de controles en el Altiplano por parte de las Fuerzas Armadas de Chile.
En el norte, las ayudas de la OIM se han enfocado básicamente en la alimentación para los más de 15 mil inmigrantes que han ingresado por pasos no habilitados durante la pandemia, como un apoyo a la labor del Estado de Chile, y también en ítems que deben ser resueltos con rapidez, como por ejemplo, transporte humanitario para reunificaciones familiares destinado a quienes no cuentan con los recursos económicos, como también el pago de hospederías a madres y sus hijos, luego que estos abandonan las ‘residencias sanitarias’ en Iquique.
Custodio asegura que «la evaluación de la OIM de la respuesta de Chile por lo que se da en el norte es buena y se nota que hay un compromiso y una respuesta que se intenta coordinar con los gobiernos locales».
Pese a lo anterior, por lo que ocurre y viene por delante, sostiene que «tenemos un gran desafío para dar una respuesta humanitaria, pues es un flujo que va a continuar, pues Chile sigue siendo un país atractivo por su calificación económica, y diría que nos espera un gran trabajo por delante».
Para Custodio, lo que se debe tener claro es que las familias no están migrando por su voluntad, pues a «lo que se arriesgan es muy fuerte, pasando por lugares de más de 4 mil metros de altitud, con temperaturas de gran oscilación, con noches muy frías y días muy calurosos, caminando cientos de kilómetros».
Por último, remarca que «la idea es no mirar al migrante como una amenaza y en estos momentos se requiere tener presente que hay niños, embarazadas y adultos mayores que necesitan una atención especial».
Traslados
Según un reporte de la Gobernación Provincial del Tamarugal, el sábado se trasladó a 575 migrantes en condición irregular desde el complejo fronterizo de Colchane a distintas ‘residencias sanitarias’ de Iquique. Para el trayecto de 260 km se utilizaron buses y se priorizó el traslado de mujeres y menores de edad.
El operativo coordinado por la Seremi de Salud permitió descomprimir la presión migratoria que enfrenta Colchane, en la antesala de la visita a la zona norte que anunció, hace unos días, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
«Chile sigue siendo un país atractivo por su calificación económica, y diría que nos espera un gran trabajo por delante».
RICHARD CUSTODIO Representante de la OIM en Chile
Fuente: El Mercurio