Según Rodrigo Sandoval, echar migrantes de esta forma es “para dar una señal a un sector de la ciudadanía que quiere ver esta clase de respuestas, pero no va a tener el resultado que se pretende”.
En Palabra Que Es Noticia conversamos con Rodrigo Sandoval, exdirector del Departamento de Extranjería y Migración, y doctor en Migraciones Internacionales y Cooperación al Desarrollo, sobre las políticas migratorias en Chile a propósito de la situación reciente en Colchane y la expulsión de migrantes irregulares en un avión de la FACH.
Sobre esto último, dice que sí es algo que se da en otras partes del mundo, “pero no sé si en países que les gustaría mostrarlo como ejemplo y pertenecer a ese grupo. Esto nunca ha sido recomendado por expertos en la materia, porque estigmatizan y son poco eficaces. Parece que no están claros los objetivos que se persiguen con estas medidas”.
“Es decir, ¿qué quiere el gobierno? ¿El gobierno quiere expulsar a todos los que están? Bueno, discúlpeme pero a 100 personas por vuelo el país va a quebrar antes de expulsar a todas las personas que deberían hacerlo. Y si el gobierno quiere inhibir a aquellas personas que están transitando hacia Chile, le tengo otra mala noticia: los que ya están en camino a Chile no se van a devolver porque en la noticia aparece que están expulsando a 100 personas del país”, agrega Sandoval.
Según el doctor en Migraciones Internacionales y Cooperación al Desarrollo, esta iniciativa está dirigida a “una señal a un sector de la ciudadanía que quiere ver esta clase de respuestas, pero a mediano plazo no va a tener el resultado que se pretende”.
Nueva ley de migraciones tiene poco de nueva
Rodrigo Sandoval pide que la discusión no se “infantilice”: “Los políticos tienen que dejar la costumbre de hacer campañas como si fueran superhéroes y gobernar como si fueran funcionarios mediocres que sólo sirven para dar explicaciones. Si un gobierno hace campaña -un presidente- y dice que va a resolver un tema, tenemos que entender que es porque conoce cuál es el estado del arte y a partir de eso hacer algo. No es aceptable que haga campaña y promete un ideal respecto de la gestión migratoria y después durante todo el gobierno se dedica a dar explicaciones de lo que el gobierno anterior hizo o no hizo”.
“No puedo negar que el gobierno anterior, del que fui parte, también renunció a tomar una posición respecto del tema migratorio porque no fuimos capaces de ponernos de acuerdo. Hubo miradas cortoplacistas y otras interesadas y no convergimos, no fuimos capaces de presentar un proyecto de ley viable y lo que se presentó no funcionaba porque estaba hecha la ley”, reconoce el exdirector del Departamento de Extranjería.
En esta línea legislativa, explica que hoy hay un proyecto de ley que ya fue tramitado en el Congreso, pero aún no se promulga: “Ese proyecto de ley sigue siendo uno en actual tramitación y que no ha entrado en vigencia (…), pero no hay que hacerse ilusiones. Ese es otro cuento que están vendiendo: aunque aprobaran la ley de migraciones el problema estaría igual, porque no considera herramientas de regulación distintas a la antigua ley de extranjería”, advierte Sandoval.
Entonces ¿qué hacer con los irregulares?
Buscando responder esta pregunta, el doctor en Migraciones Internacionales asegura que “todo sistema regulatorio siempre debe tener herramientas para poder regularizar circunstancias que tienen lugar con desapego a la norma (…). Y en materia migratoria existe siempre –en todos los países, no existe ninguno donde no haya migrantes irregulares- un sistema que tiene la ley vigente para regularizar a las personas que ingresaron de forma irregular o que ingresaron de forma regular pero se quedaron de forma regular”.
“La pregunta es ¿qué hacemos con esas personas? Una alternativa es lo que dice el gobierno: echémoslas. La viabilidad de eso no existe, y por lo tanto un criterio de racionalidad –y esto es comparado- es que hay una gran cantidad de personas a las que se les regularice (…). Un tema esencial para resolver esto es que el flujo migratorio, la presión migratoria que recibe Chile, tiene que moderarse. Para eso hay una herramienta insustituible: la cooperación internacional (…). Somos del vergonzoso grupo de menos de 10 países que se negó a ser parte de un pacto migratorio”, concluye Rodrigo Sandoval.
Fuente: Radio Futuro