Este segmento de la población está muy presente en áreas de servicios como atención de clientes, pese a contar con títulos profesionales y técnicos.

La pandemia ha impactado la oferta de empleo en el país, realidad de la cual las mujeres migrantes no han sido la excepción, según reconoce Patricio Mansilla, investigador del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales, Clapes UC.

La participación laboral de este segmento de la población ha ido de la mano del progresivo aumento de residentes extranjeros en el país a partir de 2010. Un proceso que ha incluido una diversidad de orígenes, con colectivos colombianos y dominicanos en un comienzo, a los que se agregó el fuerte flujo migratorio de venezolanos a partir de 2017. Según datos del Departamento de Extranjería y Migración, a fines de 2019 la población extranjera en el país ascendía a 1,4 millones de personas.

«Un factor a destacar es que la participación laboral de las mujeres inmigrantes es de 66,9%. Este número, que fue el último que reportó el INE en el trimestre móvil noviembre-enero, es un 7,5% menor respecto de igual período del año anterior. Aún es una cifra relativamente baja si la comparamos con la registrada antes de la pandemia, que se ubicaba sobre el 70%», afirma Mansilla.

El economista de Clapes UC agrega que en medio de la crisis social causada por el covid-19, el empleo por cuenta propia de las mujeres migrantes evidencia un alza significativa.

«Los empleos de mujeres inmigrantes de baja calificación aún se mantienen súper deprimidos, con una variación anual negativa de -19,5%, pero si uno mira los empleos de mujeres inmigrantes de alta calificación, observa que la situación es totalmente distinta. En términos anuales hay un aumento de 24% en este tipo de empleos», agrega.

Para Catalina Bosch (46), cubana radicada hace más de 20 años en Chile y representante de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, hoy gran parte de las mujeres migrantes se desempeñan en el mercado de los servicios, como cuidado de niños y adultos mayores; gastronómicos y en atención de clientes y ventas. «En muchos de esos casos son mujeres que tienen calificación técnica o profesional, que no les está siendo útil para la obtención de trabajos y mejoras salariales y tampoco para contribuir al país desde sus áreas de especialización, ya que hay una enorme dificultad para el reconocimiento y la revalidación de títulos. Muchas son personal calificado que está siendo subvalorado en el mercado laboral», opina.

La también candidata a la Convención Constituyente agrega que «en muchos casos sabemos que se les paga menos de lo que se le paga a la población chilena o se les paga lo mismo, pero se les exige mucho más; abusando a veces de la situación de la necesidad y la dificultad para la obtención de los papeles para estar en condición de regularidad«.

Según análisis del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), sobre la base de los informes trimestrales de la Encuesta Nacional de Empleos, en 2020 el promedio trimestral de ocupación de mayores de 15 años en el caso de mujeres chilenas fue de 39,5% y en las mujeres migrantes, 57,5%. Desde esta organización apuntaron que la tasa de ocupación resulta mayor en la población extranjera que en chilena, lo que se vincula a que la migración tanto hacia Chile como a nivel mundial, se caracteriza principalmente por motivos de trabajo.

«Además, en Chile se suma que muchas veces la situación migratoria depende de contar con un contrato laboral. Sin embargo, dentro de la misma población extranjera, la participación en el mercado laboral varía según algunas características, entre ellas si se es hombre o mujer. En ese sentido, también existe una brecha de género en el acceso al mercado laboral de parte de la población migrante«, informaron en el SJM.

«Al último trimestre móvil, hay una variación anual del empleo inmigrante femenino de -3%, pero es una recuperación en relación al -13% del trimestre mayo-julio 2020».
PATRICIO MANSILLA, INVESTIGADOR CLAPES UC.

«Muchas (mujeres migrantes) son personas calificadas que están siendo subvaloradas en el mercado laboral».
CATALINA BOSCH, COORDINADORA NACIONAL DE INMIGRANTES.

ALZA
El empleo informal en mujeres migrantes evidencia un aumento progresivo.

728 mil mujeres extranjeras se contabilizaban en 2019, y 763 mil los hombres migrantes.

437 mil mujeres migrantes vivían en la RM en 2019, la mayor cifra del país.

274 mil mujeres migrantes se desempeñan en un empleo formal y unas 113 mil, en uno informal.

Fuente: El Mercurio

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