La situación de los menores en la frontera preocupa a seis de cada 10 estadounidenses, según un sondeo reciente.

Las autoridades estadounidenses detuvieron a más de 171.000 migrantes en la frontera con México en marzo, según datos preliminares compartidos con Reuters, el mayor total mensual en dos décadas y la más reciente señal del creciente reto humanitario al que se enfrenta el Presidente Joe Biden.

El total incluye unos 19.000 niños migrantes no acompañados y 53.000 miembros de familias que viajan juntos. Las cifras muestran un aumento del 178% en el número de familias migrantes detenidas en la frontera en comparación con el mes anterior. Los adultos solteros son unos 99.000. La mayoría son centroamericanos o mexicanos.

El gobierno de Biden está intentando encontrar alojamiento para los niños no acompañados que llevan días atascados en abarrotados puestos fronterizos y centros de procesamiento.

El sistema de refugios que alberga a los niños se ha visto desbordado y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos se ha apresurado en las últimas semanas a abrir refugios de emergencia, incluyendo centros de convenciones de Dallas y San Diego.

La situación tiene un alto impacto en la opinión pública estadounidense. Un sondeo de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research mostró que el 59% de los encuestados afirma que debe ser una máxima prioridad atender a estos niños, mientras un 65% dice lo mismo respecto de la reunificación de familias separadas en la frontera.

Si bien Biden dijo la semana pasada que la ‘gran mayoría’ de las familias están siendo devueltas a México, los datos del gobierno estadounidense sugieren que no es así. Más de la mitad de los 19.000 miembros de familias detenidas en la frontera en febrero no fueron expulsados, según datos públicos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP), y muchos fueron liberados en EE.UU. para proseguir con sus casos en los tribunales de inmigración. Un portavoz de la CBP dijo a Reuters que las estadísticas oficiales se publicarán probablemente la próxima semana y no quiso hacer más comentarios.

En términos generales, según el sondeo The Associated Press-NORC, el 42% de los ciudadanos aprueba el manejo del tema migratorio por parte de Biden y 44% aprueba sus políticas de seguridad fronteriza. Son cifras significativamente inferiores al 61% que aprueba la gestión global del mandatario y a los porcentajes relativos a otras cuestiones, como el manejo de la pandemia de coronavirus o de la economía.

En un esfuerzo por abordar la compleja situación migratoria -que también ha tenido crisis en los anteriores gobiernos-, la Casa Blanca está impulsando la más ambiciosa reforma de las leyes migratorias del país en una generación. La iniciativa, sin embargo, está estancada en el Congreso, donde los republicanos e incluso algunos demócratas admiten que su aprobación será una lucha cuesta arriba.

El plan contempla una etapa de ocho años en la que se podría dar ciudadanía a unos 11 millones de inmigrantes que se encuentran en el país sin permiso de residencia, algo que solo 29% de los estadounidenses considera que es un tema prioritario. Además, solo una tercera parte de la ciudadanía considera que deben ser prioritarios los programas como el de dar asilo a refugiados o el de ‘trabajadores huéspedes’.

Fuente: El Mercurio

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